Cuando nace nuestro bebé y hemos decidido dar pecho una mamá se siente emocionada, feliz, pero también cansada, un poco asustada y sin saber muy bien qué hacer y cómo hacerlo. En el ambiente hospitalario puede encontrar asesoría entre las enfermeras y pediatras bien formadas, aunque también puede encontrar mucha desinformación y confusión entre los mensajes que reciba, contradictorios y que generen desconfianza en la propia madre y su instinto y capacidad. Si sabemos que entre el personal hay IBCLC (asesoras de lactancia tituladas) o asesoras de lactancia, es recomendable que la madre recurra a ellas. Sino, puede ser buena idea contar con una asesora externa al hospital o una doula.
Los primero momentos con el bebé son muy importantes por muchos motivos: por el vínculo que se genera ahí, por el piel con piel, por el coctel hormonal que una mujer libera en ese momento, por el que libera el bebé...ya también, por supuesto por la lactancia materna.
Cuando una mamá toma a su bebé en brazos por vez primera, lo huele, lo siente, lo mira, lo oye, y libera una gran cantidad de hormonas, entre ellas oxitocina y prolactina. La mamá ya no querrá separarse de su bebé ni un momento. Tendrá a su bebé sobre su pecho desnudo y si espera con su bebé sobre ella, puede que viva una experiencia maravillosa, que no siempre se da, es cierto, pero que si dejamos tiempo y espacio, sucedería muchas más veces de las que pensamos. ¡El agarre espontáneo!
Imagen tomada de la web de la liga de la leche (www.Illa.org)
Si el bebé se agarra espontáneamente la lactancia será mucho más fácil desde el principio (en la mayor parte de los casos) y además será una experiencia preciosa para mamá y bebé. Si aún así el agarre no fuera correcto es importante que la mamá se lo tome con calma y parctique hasta que consiga un agarre sin dolor y placentero, y la forma de conseguirlo es la que podemos ver en este cuadro:
Con paciencia y amor la mamá y el bebé disfrutaran de una lactancia duradera y maravillosa que les beneficiará mucho a ambos.
Aunque lo más beneficioso para ambos será sin duda, y en cuanto la mamá se sienta con ganas, acudir a un grupo de apoyo a la lactancia, donde otras madres amamanten a sus hijos y compartan sus experiencias con ella, asesoradas por otras mujeres con experiencia y empatía. Vamos, la búsqueda de la tribu y el círculo de mujeres, ancestral y tan importante para criar a nuestros hijos.